Ana Grynbaum - El affaire Tausk (2/3): Desmontaje del Aparato de Influir.




Victor Tausk

El Aparato de Influir descripto por Viktor Tausk (en adelante AI) es un artefacto perseguidor, que actĂșa mediante la sugestiĂłn o la influencia telepĂĄtica, del cual han dado testimonio algunos “esquizofrĂ©nicos”.

SegĂșn Tausk, el autor del aparato es el delirio y, cuando esta mĂĄquina aparece, constituye el “tĂ©rmino final de la evoluciĂłn del sĂ­ntoma, que comenzĂł con simples sentimientos de transformaciĂłn”. Algo pasa en el cuerpo, el cuerpo propio se aliena, empieza a depender de voluntades ajenas, e incluso desconocidas, para luego quedar subordinado a otro cuerpo, que consiste en una mĂĄquina.


APARATO DE LENGUAJE

La construcciĂłn del artefacto es entendida como modelo explicativo, un intento de ordenar el caos de la locura. Constituye una explicaciĂłn, la localizaciĂłn de un fenĂłmeno ubicuo, el acceso a una causa; permite, aun precariamente, cierta organizaciĂłn, un alivio respecto de las vivencias de despersonalizaciĂłn, fragmentaciĂłn e invasiĂłn que acosan al sujeto.

Pero, a su vez, la mĂĄquina no deja de reflejar las tensiones que le dieron lugar. Es comĂșn que se trate de un aparato elĂ©ctrico, suele estar recorrido por flujos energĂ©ticos en intensidades variables, que producen efectos en esa mĂĄquina con la que el cuerpo humano tiene una relaciĂłn a un tiempo de intimidad y de exterioridad. (RecuĂ©rdese que el artĂ­culo de Tausk fue publicado en 1919: Ă©poca en que los artefactos elĂ©ctricos estaban revolucionando la vida de la gente.)

La naturaleza de esta mĂĄquina es “mĂ­stica” porque pone de manifiesto la insuficiencia de las palabras para dar cuenta de las vivencias. Los llamados psicĂłticos, o locos, adquieren una lucidez particular respecto de esta cualidad del lenguaje de resultar insuficiente.

Algunas personas fuertemente afectadas por la insuficiencia del lenguaje se construyen una suerte de prĂłtesis, un autĂłmata que conectado a su cuerpo funciona como mĂ©dium que le permite estar en el lenguaje de alguna manera. AsĂ­ logran atenuar una posiciĂłn de mera pasividad ante fenĂłmenos lingĂŒĂ­sticos invasivos (automatismo mental: voces, comentario de actos, robo de ideas; injurias, etc.).


                                                         


APARATO DE GOCE

Tausk señala que el A I es siempre un artefacto complicado. Para abordarlo, pone en funcionamiento el Aparato Conceptual Freudiano, como quien acopla una mĂĄquina con otra. Entonces, procede a leer las complicaciones del AI en tanto “inhibiciones de la pulsiĂłn sexual”.

La mĂĄquina freudiana se convertirĂĄ en una suerte de mĂĄquina del tiempo que detectarĂĄ una regresiĂłn a la etapa infantil en que no habĂ­a aĂșn distinciĂłn entre el sujeto y todo lo demĂĄs, en que el cuerpo no estaba todavĂ­a unificado en una imagen y rotulado con un nombre. Pero ya existĂ­a el placer y el displacer, en diversas intensidades (o lo que luego Lacan llamarĂĄ el goce).

En una estaciĂłn posterior de la mĂĄquina freudiana del tiempo, el niño recibe el lenguaje, y con Ă©l la cultura. La cultura es una mĂĄquina de ideas acerca del mundo y sus habitantes, pero tambiĂ©n del cuerpo y del yo en relaciĂłn con ese mundo. El lenguaje introduce en el infante un cĂșmulo de pensamientos que supera su capacidad para distinguirlos. La cultura es un aparato de influencias.

Cuando los lĂ­mites del yo del niño no estĂĄn aĂșn claramente establecidos, Ă©ste puede imaginar que los adultos conocen sus pensamientos aunque Ă©l no los enuncie. Con su primera mentira, forma de encerrar sus propias cosas dentro de sĂ­ y separarlas del mundo, accederĂĄ a una fase mĂĄs avanzada en el trayecto hacia la normalidad.

Pero, a veces la mĂĄquina del tiempo sufre alguna averĂ­a y ¡vuelta atrĂĄs! Nuevamente los lĂ­mites del yo se flexibilizan, los otros pueden leer la mente del sujeto como si el cuerpo fuera transparente e imponer su voluntad sobre Ă©l como si se tratara de un niñito. (Al pasar recordemos que en 1919, Melanie Klein -especialista en el yo y sus avatares- reciĂ©n exponĂ­a su primer trabajo psicoanalĂ­tico...)

Fijado a una etapa infantil, la sexualidad del sujeto deviene nuevamente polimorfa y perversa, inasible, lĂ­quida, volcada, perdida en el mundo. El cuerpo es un territorio recorrido por la libido, una superficie compuesta por zonas erĂłgenas, si no una gran zona erĂłgena con desniveles. Pero a veces la energĂ­a de la pulsiĂłn sexual se estanca en algĂșn Ăłrgano y entonces se produce una alteraciĂłn, como un cortocircuito.


LA CULTURA COMO MÁQUINA DE INFLUENCIAS

Por influjo del aparato hermenĂ©utico freudiano Tausk lee el AI como “proyecciĂłn” del cuerpo de la enferma (Natalia A). Deleuze y Guattari no le perdonarĂĄn el desliz; ellos estaban urgidos por demostrar que la subjetividad se produce realmente, a un tiempo en el cuerpo y en el campo social, y cualquier concepciĂłn que se manejara con representaciones les parecĂ­a ideolĂłgica en el sentido mĂĄs peyorativo del tĂ©rmino –falsa conciencia-. (Es lo que tiene la escritura de trinchera, a menudo se va de mambo; el combustible de una mĂĄquina de guerra son los enemigos.)

Sin embargo, en un trabajo publicado en 2002: “Symptom in the machine: Lacan, Joyce, Sollers”, Louis Armand relaciona la mĂĄquina de Tausk con el cuerpo sin Ăłrganos de Artaud tal como es desarrollado en El Antiedipo, sin reparo epistemolĂłgico alguno. Es que la mĂĄquina de influenciar de la cultura no se detiene; nada pierde, todo lo transforma. Y las ideas son de quien pueda apropiĂĄrselas.

Por otra parte, Renata Damiano Riguini y Oswaldo França Neto publicaron en 2008 un artĂ­culo relacionando el texto de Tausk con algunas elaboraciones de Lacan: “O aparelho de influenciar da psicose: o artificio de Vitor Tausk”.


HERMANO MÁQUINA

Damiano Riguini y França Neto recogen de la obra de Lacan los elementos necesarios para calificar a la mĂĄquina de Tausk como aparato de lenguaje. Como bien señalan, los “delirios psicĂłticos” ponen de manifiesto la forma en que el lenguaje se incrusta en el cuerpo humano, cĂłmo toma posesiĂłn de Ă©l.

En el comienzo de nuestra constituciĂłn como humanos, las palabras nos son impuestas; debemos aprender a hablar y a responder, a obedecer: ver las cosas que son denominadas y llamarlas por los nombres que tienen, que ya existĂ­an antes de que uno llegara al mundo. La experiencia llamada psicĂłtica pone en primer plano la exterioridad del sujeto en relaciĂłn con el aparato del lenguaje.

Las experiencias del cuerpo y el lenguaje que se producen mås allå de la normalidad evidencian la dimensión paråsita del lenguaje y nuestra dependencia de ciertos nombres a través de los cuales nos reconocemos como nosotros mismos en relación con deseos que hacemos nuestros. Y también las injurias, que operando cual maldiciones tienden a inducirnos a repetir justamente aquellas situaciones que hubiéramos preferido no vivir.

La terrorĂ­fica vivencia de despedazamiento del cuerpo (o de la mĂĄquina conectada al cuerpo, que viene a ser lo mismo) se debe a una falla en la articulaciĂłn simbĂłlica. Un punto que se corre en la red de correspondencias entre cierto “Yo soy” y “Este es mi cuerpo”. La ilimitaciĂłn que resulta de dicha falla conlleva con un goce, amenazador, porque no estĂĄ al servicio del orden.

El AI estå construido para delimitar ese goce peligroso, para circunscribir los fenómenos en algo, un cuerpo, aunque sea un autómata hermano gemelo. Pero estos AI estån en movimiento, son montajes, mås o menos consistentes y mås o menos duraderos. Al igual que las explicaciones, o teorías, que pueden resultar de interés en determinado momento para luego volverse obsoletas.


COROLARIO

La mĂĄquina de recoger y reciclar “influencias” de la posteridad rescatĂł a Tausk del injusto desconocimiento de Freud, Lacan, Deleuze, Guattari et al. La mĂĄquina de Tausk estĂĄ viva.



ADDENDA

Otra influencia del Aparato de Influenciar de Tausk es el libro ”The influencing machine: Brooke Gladstone in the Media”, escrito por Brooke Gladstone e ilustrado por Josh Neufeld, que usa la mĂĄquina para explicar la influencia de los medios masivos de comunicaciĂłn en las personas y del cual hay un simpĂĄtico corto de animaciĂłn disponible en https://vimeo.com/23867276

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* “Acerca de la gĂ©nesis del aparato de influir en el curso de la esquizofrenia”, Trabajos psicoanalĂ­ticos, Viktor Tausk, Gedisa, MĂ©xico, 1983.


Fuente: Blog Lissardi-Grynbaum

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