Tres leyendas de Guillermo Enrique Hudson. Cristian Casadey



Piano en la ciudad de Chernóbil luego de la catástrofe nuclear

Cristian Casadey
(2008)

La leyenda de cabaret Mimí


A mano derecha de la ruta hacia la ciudad de La Plata, a la altura de la rotonda de Alpargatas, se encontraba un exótico cabaret llamado Mimí.
La edificación del templo hedonista era un tanto estrafalaria. En forma circular, se asemejaba un poco a un silo en medio del campo. Su cartel luminoso atraía durante las noches a camioneros y otras almas solitarias propias de la fauna nocturna.
Las trabajadoras del sexo eran de las más variadas edades y razas pero tenían en común la desgracia en sus vidas y la tristeza en sus ojos.
Cuenta la historia que un transportista de nombre Mario en el año 1997 estacionó su pesado camión a un costado del camino y cansado ingresó al tugurio.
Se sentó en la barra y pidió lo de costumbre, un fernet branca con coca cola. encendió el último de sus cigarrillos traídos de contrabando de Paraguay y somnoliento disfrutó del mediocre espectáculo nudista. Una gorda sudada que despedía un espantoso olor a chivo trataba de realizar ridículas acrobacias en el caño del escenario en una pésima imitación tercermundista del baile yankee.
El imbécil conductor se enamoró perdidamente del bagarto y esperó al término del número para contratar el servicio de la obesa meretriz. Fascinado por el precio económico del placer entró de la mano de la prostituta a una sucia habitación donde un colchón pelado y nauseabundo los esperaba impaciente. El chofer se entregó a su desenfreno carnal sin molestarse en lo más mínimo por el ambiente pordiosero del asqueroso cuarto. Al cabo de una hora el infeliz quedó rendido por el cansancio y la saciedad. se durmió profundamente. Sorprendido, despertó totalmente desnudo entre los pastos sin señalesdel antro ni de su vehículo. Ya declarando sobre los hechos en la comisaría local los corruptos policías le decían entre risas: -"Pedazo de borracho, si el cabarute de la Mimí lo mandó a prender fuego el cabezón trasca hace dos años. Dejate de joder y largá la ginebra".
Desde entonces, los camioneros de Hudson se cuidan de no parar en ningún cabaret que lleve por nombre Mimí.



Anime cityscape

La leyenda del tren fantasma

Los 29 de febrero son días muy extraños en la estación de Hudson. A las 3:17 de la madrugada una misteriosa formación parte hacia la desconocida estación de Añori. Una locomotora made in Liverpool del año 1929 arrastra los vagones cosntruídos en Tolosa. En sus paredes extrenas de rojo y amarillo se divisa la frase Ferrocarriles Argentinos y la figura de un galgo desnutrido. El guarda baja y se comporta de una manera un tanto rara.
-"Sin escala hasta Añori. Todos arriba", dice el uniformado. El tren parte a una velocidad increíble atravesando toda la miseria del conurbano bonaerense y en la estación de Avellaneda unas inexplicables vías lo llevan a dar vueltas a la cancha de Racing para terminar en las cercanías del estadio de Lanús. Fantasmales pasajeros bajan en la estación inexistente. Otros ascienden. Finalmente el recorrido acaba en la estación de Fiorito. Lo bueno del viaje es que nunca pasa nadie pidiendo boletos. Felices los borrachos descienden del ferrocaril para tomar el lujoso ferry que los llevará a la isla Maciel. Lamentablemente todo esto solo ocurre el 29 de febrero. Al día siguiente todo acaba. La violencia y la pobreza vuelven a reinar sobre los pordioseros de Hudson. El mágico viaje ha llegado a su fin. Maciel ya no es una apacible isla tropical. La basura cubre el suelo de Buenos Aires.



La comiquería de gordo botón

Aquella noche de verano el club Atlético River Plate se había consagrado tricampeón. Las calles de Barrio Marítimo estaban desiertas. Los fanáticos festejaban el triunfo debajo del mítico obelisco porteño.
Kun, Javi y Pai estaban en la casa quinta del rico Javi jugando los tres con la playstation. Kun era un inmigrante resentido que todo el tiempo envidiaba la fortuna de Javi. A Pai solo le interesaba la amistad de Javi para poder comer ya que era sumamente pobre. Lo único que realmente los unía era la pasión por el animé. Solo eso. Nada más. El calor nocturno era sofocante. Alrededor de las dos de la madrugada empezó a lloviznar sobre la ciudad. Como era costumbre, Javi odiaba perder en los juegos. Era un pésimo contrincante y siempre terminaba peleándose con el vencedor. Kun no aguantó más los caprichos del dueño de casa y todos lo acompañaron a la estación de Hudson a tomar el último bondi a finisterre. Milagrosamente el colectivo llegó enseguida. Pai, genéticamente nacido para la delincuencia, presionó al idiota de Javi para desviarse del camino a casa y pasar por la comiquería del gordo botón.
La siniestra pareja caminaba bajo la suave caída de agua. Maravillados en su estupidez pegaron sus narices contra el vidrio del comercio. Admiraron los juguetes, las revistas, los videos...
Pal le dijo a Javi: -"Uy loco, mirá qué grosso, el art book del jeropa U - Jin, la obra cumbre del hentai.
- Dale Javi, agarrá ese pedazo de baldoza y rompé la vidriera. Yo te saco el libro."
Javi contestó: - "No viejo, me van a meter en cana".
- "Puto, putazo, escabiate una boina!" gritó Pai.
Con odio y herido en su orgullo Javi, al mejor estilo Mazinger Z usando sus puños atómicos rompió la vidriera del local. La sangre corrió y manchó el piso. Pai no desaprovechó el momento. Se sacó la campera y juntó dentro de ella todo lo que pudo. Javi le pidió que le diera el hentai.
- "Dale pelotudo, entrá y sacalo vos, bolas tristes. ¿No ves qué estoy ocupado levantando los muñecos de Macross?".
Enojado Javi tomó un vidrio y le cortó el cuello a Pai quien murió desangrado al poco tiempo.
Finalmente fueron acusados por el asesinato Javi y el gordo botón, que aunque nada tenía que ver con el crimen, la influencia de la prensa logró que fuera condenado junto al onanista.
Misteriosamente, cada vez que River gana un campeonato, corre un río de sangre frente a la ex comiquería.

Estación de trenes de Hudson


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