"De un silencio se desprende una llama". Carolina Diez



Carolina Diez

Carolina Diez

80-Pensar


Pensar
Cuán rápido puede precipitarse un fuego
La chispa
De un fuego
Entre esto
Esto que conformo
En lo que me conformo
Material inflamable
Libros, papeles, mantas
Una cama, almohadas, lanas,
Cables, madera, telas
Todo cayendo y en mis ojos se enciende
De una llama que se desprende del
Tal vez
Sahumerio
O del cenicero
O de un encendedor
De un silencio se desprende una llama
Del pozo emerge el fuego creador
Y me convierto
Junto a todo
En polvo


2017



191-Preguntar


Quién es uno para decidir cuánto hay que llorar a una persona, a un animal, a un dios
Quién es uno para decidir cuánto es justo amar, obedecer, temer
Quién decide qué debe ser causa de sufrimiento, de placer, de congoja, de odio
Quién justifica el odio
Quién es el amor encarnado
Quién decide cuál es el alimento mínimo digno de una madre sola sin techo y su hijo amamantando
Quién decide por ella y ese hijo
Quién decide por los padres ausentes de esos hijos
O por los presentes
Quién decide la mensualidad de alguien, el sueldo de otro, la escala de valores de este todo
Quién habla sobre la justicia y la aplica día a día
Quién responde a sus obligaciones antes de reclamar derechos
Quién tiene derecho a definir los derechos ajenos
Quién considera a los derechos ajenos y no propios
Quién defiende obligaciones de otros mientras se olvida las propias
Quién, como yo, se siente a veces parte de eso otro
Que falla
Que calumnia
Que odia
Que repite la cadena del ojo por ojo
Samsara
La rueda
Quién es efecto de
Sin considerarse causa
De nada


2016



199-(Despertar)

Se despertó con el dolor en el estómago, primero. Como una contracción constante y caprichosa que no le abandona, a discreción, en una frecuencia de segundos. El resto era contener. Del frasco de miel seguía resbalando una materia ya verduzca en un hilo que unía el suelo con el borde de la mesa cubierta de trastos. De trastos, basura, suciedad, alimento del digerido y del no, que tampoco sirve; cubierta de los restos de los chicos que seguro se habrían ido hacía breve rato porque, ahora que lo notaba, recién acababa un disco. Se secó la baba, se levantó torcida, se dirigió al baño. Allí investigó sus mejillas, buscando signos de posible violencia, se miró los brazos, posibles signos de inconsciencia, se miró los ojos otra vez, se acomodó el rimmel nuevo que le había regalado Graciela. Antes de salir se deslizó el vestido con flores que juró no volver a usar nunca más, pero ya lo había olvidado como tantas veces y ahí, detrás de la puerta, el último trago antes de salir y volver a andar. La casa quedó en silencio. El hilo de miel era lo único que crujía de vez en cuando contra la alfombra.


2013




No te conozco
Es posible
No te conozca
Es posible
Lleguemos a conocernos
Alguna vez
Es posible
Pienses en mí
Alguna vez
No te encuentro
Ni te busco
No recuerdo si te vi
O nos besamos
O nos pensamos
Alguna vez
No te llamo
Más que con silencio
Más que en silencio

Tal vez con un cuento
O en un sueño
A veces espero
Aunque no espero
Aparezcas y digas
Eso que no sé escribir
Sin pensar en que es posible
Que no me conozcas
Que no desees conocerme
Alguna vez
Aunque mientras
Use los sueños
Para escribir cuentos
Que te quiero leer
Alguna vez
A través del silencio


2019


Carolina Diez


                             

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