Menos amor. Flor Canosa




Flor Canosa

No aceptar de nadie
menos amor
que el que te da un gato.
Y eso que el gato no te da amor,
te regala un pedazo de su fiereza
para que te consueles
cuando el gato quiere
donde el gato quiere
como el gato quiere.
Pero aún así te mira con los ojos entornados
y aprendió una lengua para comunicarse con vos,
exclusivamente con vos.
Entonces no aceptar de nadie
menos palabras que las que inventa el gato.
Y eso que el gato no te quiere
pero aún así, se enrosca en sí mismo
sobre la parte calentita tuya,
esa es su caricia.
No aceptar de nadie
menos amor
que las caricias, el idioma, la mirada
que te regala el gato salvaje,
porque el amor salvaje,
como el gato,
no se domestica,
se acepta con sus mañas.
Pero aún así,
salvaje y con mañas,
no aceptar de nadie menos amor que ese.
Porque existe menos amor que ese,
lo juro porque lo viví
y terminé herida, rasguñada, mordida
pensando que no es buena idea estrujar un gato
cuando el gato no quiere,
no puede,
no necesita.
Cuando el gato no maúlla,
no se apelotona sobre vos
ni te mide con ojos radiactivos desde la penumbra,
no es amor
ni es un gato.
Sos vos con un capricho invisible
inventando nombres al amor o al gato
que no existe.
Lo siento,
sos vos abrazando un gato muerto.




No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.