Hugo Santiago y el milagro secreto. Alejandro Leibowich




Alejandro Leibowich

En una entrevista para la televisión española, en el programa "A Fondo", Borges decía: "En 'Fervor de Buenos Aires' se encuentra toda mi obra posterior. Pero sólo acepta mi propia lectura, nadie más puede descifrarla".
Se podría decir quizás por causalidad que la obra de Hugo Santiago Muchnik como director y guionista ya tenía una lectura secreta en Aquilea e “Invasión” su ópera prima.
Y Borges coautor del guión del film junto con Bioy Casares va a decir:
"Se trata de un film fantástico y de un tipo de fantasía que puede calificarse de nueva. No se trata de una ficción científica a la manera de Wells o Bradbury. Tampoco hay elementos sobrenaturales. Los invasores no llegan de otro mundo: y tampoco es psicológicamente fantástico: los personajes no actúan -como suele ocurrir en las obras de Henry James o Kafka- de un modo contrario a la conducta general de los hombres. Se trata de una situación fantástica: la situación de una ciudad que está sitiada por enemigos poderosos y defendida - no se sabe por qué- por un grupo de civiles (...). De modo que -lo repito- hemos intentado (no sé con qué fortuna) un nuevo tipo de film fantástico: un film basado en una situación que no se da en la realidad, y que debe, sin embargo, ser aceptada por la imaginación de espectador." 
“Aquilea es Buenos Aires pero es Aquilea y es la Argentina pero es Aquilea." Hugo Santiago
Hugo Santiago Muchnik nació en esa Buenos Aires, en esa Argentina. Con sus estudios de Filosofía y Letras a cuestas viaja en 1959 a París becado por el Fondo Nacional de las Artes donde pasa siete años como asistente y discípulo de Robert Bresson. Regresa a fines de la década del sesenta a su Buenos AIres y realiza “Invasión” (1969).
Se hace cargo de la producción y en la fotografía pone a Ricardo Aronovich. Con la música se realiza un gran esfuerzo quedando en manos de Edgardo Cantón. La valoración de la música ciudadana queda de relieve al participar Aníbal Troilo componiendo la “Milonga de Manuel Flores” con letra de Borges y guitarra de Ubaldo de Lio (parte de la imbatible dupla que supo conocer Salgán).
Como protagonistas la película supo tener a Olga Zubarri, Lautaro Murúa y al compositor Juan Carlos Paz como “Don Porfirio”. Además entre otros aparecía un joven Lito Cruz como “Jefe de los jóvenes”. 
La película inmediatamente fue aclamada por la crítica, pero a nivel comercial no funcionó muy bien hasta mucho tiempo después.
La trama contaba con un grupo de hombres comandados por “Don Porfirio”, que tratan de poner freno a una invasión a la ciudad de Aquilea. Cual Guerra de Troya, la derrota estaba anunciada desde un principio. Los invasores eran hombres que introducían una maquinaria para una invasión en masa. Al devenir del film la invasión se entiende como algo indescifrable.
El personaje de Don Porfirio está inspirado en Macedonio Fernández, y sus lectores pueden rememorar su figura recorriendo las calles con unos libros en francés bajo el brazo. Y figurarse el fantasma de las colonias anarquistas de principios del siglo XX.
Julian Herrera, “un compadrito borgeano”, es interpretado por Lautaro Murúa. Junto con su mujer Irene, Olga Zubarry. Ambos comandan a los hombres que luchan contra la invasión.
Se puede inferir que la película hace referencia a la dictadura de Onganía, y a los muchos focos que resistieron y que se hicieron más tarde eco en la época del golpe militar del Proceso.
La pérdida de valores y la búsqueda del trascender son puestos en relieve durante la invasión. Las relaciones humanas frente al espectro de la soledad que invade los huesos de los protagonistas, se resigna al nihilismo.
Muchnik logra su cometido. Aquilea trasciende a la nouvelle vague y lo pone en señal de desafío. Los Cahiers du Cinéma ahora tenían sangre criolla.
En los 70 vuelve a trabajar con Borges y Bioy Casares en la película “Les autres” (Los otros). Esperaban cinco filmes más en francés, “Les Trottoirs de Saturne” (Aceras de Saturno), 1985. Un guión de Juan José Saer para esta secuela de “Invasión”.
En el 2009 conforma una triología, con un film que sella la saga: “El cielo del Centauro” hecha ahora en una Buenos Aires que generó mitos y talentos, eternos e indestructibles como Hugo Santiago Muchnik (1938-2018).



No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.