Mi encuentro con la muerte. Sarah Pardo Del Río

Sarah Pardo Del Río

Las madrugadas parecen ser inofensivas cuando solo duermes, pero a veces van mas allá; pienso que reclaman algo, y aquel día un jueves a las 2:00 am, la muerte muy aliada con la madrugada me reclamó el ser mas importante en mi vida, mi madre. Mi primer encuentro con la muerte fue la manifestación de venganza mas cruel que sentí en contra mía; las preguntas untadas de dolor salían de mi cabeza explotaban como bombas, emergían de mi mente como lodo; pensé que había sido suficiente con que todos mis sueños fueran inalcanzables o con ver a mi padre envejecer fuertemente, pero no.


La vida o la muerte, tenían que quitarme a mi madre, ¿se le habrá ocurrido acaso, a esa oscuridad fúnebre tan antigua en su existencia otra idea peor? tenia que conformarme a vivir sin ella, con tan solo su recuerdo ¡ y sin ella! qué sería de mi sin ella; tan solo la miseria frívola que dejó los vestigios de su muerte, sin ella, viendo las lágrimas de mi padre al sentir su soledad como una ola de tormenta imparable. ¡¿qué soy sin ella, más que la nada?! más que un despojo de incertidumbre, solo soy eso; y me temo que con los años que han sucedido he perdido su presencia, ya no la siento como salvándome de todo el peligro, ya no existe su omnipresencia en los rincones de mi cuarto y tengo un miedo gélido, una angustia putrefacta derrumbandome a gritos, mordiéndome el alma y haciéndome pedazos... Ya no recuerdo su voz.


Ya en cada sentir del olvido, en cada perdida del recuerdo de mi amada madre siento mas cerca la presencia de la oculta, la siempre y viva; audaz y nefasta muerte soplando en mi pecho, en mis pies su misero descaro de habérsela llevado, y a mi dejándome en el mundanal ruido de las voces castigables de la sociedad. En el silencio eterno de no volver a escuchar su risa.