Planteos críticos de pensamiento en el siglo XIX, y lo contemporáneo. Alejandro Leibowich

               



                  
2012

Carolina Diez

Uy uy uy!! Como habrán notado, una no contó hasta hoy con el tiempo suficiente para leer (apreciar) y responder (reapreciar) tanta prosa exquisita...no me suele suceder, ante todo un honor ser una especie de "espía" y tercera en este conglomerado de definiciones y maneras de estar en este mundo...me siento aludida, por supuesto, dado que comparto muchos rasgos de éstos que se mencionan como parte de una personalidad solitaria o, si se quiere, con amplio sentimiento de incomprensión...durante mucho tiempo, leyendo a franceses, a yanquis, a rusos, fui sintiendo una abismal necesidad espiritual de alejarme de casa, por supuesto con los libros uno no viaja, pero la mente sí y muchas veces con eso basta. Coincidiendo con nuestra querida Sol, también estoy por un trance inactivo donde cada palabra me cuesta varios suspiros y las frases ya no se escupen con la histérica seguridad de antaño y eso, de manera muy circular, puede encontrar un contrarelato en la distinción que marcaba Ale; en este caso me rememora a un tal Lukács, teórico y crítico literario, en su momento, marxista, luego naufragó en su propia filosofía, pero en definitiva realizó en su momento un relevante análisis entre los verbos Narrar y Describir. Siguiendo con los franceses, él enfrentó a Balzac, por ej y a Flaubert. el primero se propuso la empresa de escribir "La Comédie Humaine", una serie interminable (que por supuesto no terminó) de novelas en que los personajes se cruzan con los de las demás (una genialidad que retoma, por ejemplo, Stephen King) y se construyen en un medio donde el ambiente y las personas representan la podredumbre de la nueva generación, el escritor era, según Lukács, un individuo activo de su sociedad, era, a su vez, un narrador de esa sociedad...del otro lado, Flaubert, más individualista, intelectual encerrado en sí, antisocial, describe con lujo de detalles los lujos de la burguesía que se filtra en su ojo crítico, es un observador que no se compromete con la actualidad inmediata, por decirlo así...creo que pongo todo esto porque me resulta interesante plantearlo con uds. (ya que no tengo con quién) y encontrarle una vuelta por ese lado, hoy día, lejos del S. XIX, el escritor (narrador, observador) se queda corto, la hipervinculación, el cine, la sinestesia, todo eso hace de colador de las frases, ideas, repensadas y reabsorbidas mil veces. Creo que los genios de hoy, como dijo Bukowski, están en lo que expele la multitud, pero no siempre es distinguible desde acá, digo desde acá afuera, este condominio de las noches de encierro que comparto con Sol, de la no adaptación, de la sensación de estar por fuera de algo, oliendo lo que se descompone adentro...pero estamos adentro y sólo así se puede, más allá de la Acción por la que uno se valga, siempre que sea Acción (acción de narrar, de describir, de plasmar, de actuar). Por suerte, este último tiempo, pude ir ENCONTRANDO GENTE, personas que han sentido o sienten esto mismo y todavía pueden abstraerse en busca de algo más y no sólo en lo que se ofrece a la primera de cambio. Como rosarina que soy, te digo Ale, que desde hace unos pocos años doy fe que la ciudad está más hermosa, y no por la masiva construcción y por las atracciones "divertamentales", sino por la gente, gente que viene y hace, con una sonrisa, con ganas y que te contagian. como ese kerosene que me recuerda a mi abuelo y a su acordeón. Espero nos narremos en vivo.


Planteos críticos de pensamiento en el siglo XIX, y lo contemporáneo.

 Por Alejandro Leibowich

 (Respuesta conjunta a emails de Carolina Diez y Sol Portillo).

 Las cuestiones sobre indigestiones de críticos de arte y cultura me son conocidas. Aunque la verdad no tenía datos sobre Luckács, pero sé a lo que te referís escribiendo sobre de los naturalistas.
Podemos partir de Emil Zola para escribir sobre los franceses pero vamos al grano y después a comparar ciertas cosas si les parece.
Como decís Balzac intentaba realizar la obra de un titán, que además debía ser inmortal. Porque para hacer un catalogo completo de tipología humana necesitarías cumplir esos requisitos.
Hagamos un ejercicio de síntesis sobre Balzac. (Escribí síntesis refiriéndome a Balzac, y me estoy riendo). Me he vuelto el hombre que ríe, y no se ría.

"Balzac y la ciencia"

"El animal es un príncipe que toma su forma exterior, o mejor, las diferencias de su forma, en los medios donde es llamado a desarrollarse. Las especies zoológicas resultan de estas diferencias… Siguiendo este sistema, vi que la sociedad se parece a la naturaleza. No le hace no al hombre, siguiendo los medios, donde su acción se despliega, tantos hombres diferentes, él existirá en todo tiempo en especies zoológicas. Las diferencias entre un soldado, un obrero, un administrador, un ocioso, un sabio, un hombre de Estado, un comerciante, un marinero, un poeta, un pobre, un sacerdote, son tan considerables como las que distinguen al lobo, el león, el asno, el cuervo, el tiburón, la foca, la oveja".
Digamos que de acá parte Balzac. Dice que el medio te condiciona, que somos “personalidades moldeables”.
Después ingiere café con algo de positivismo comtiano, y le pone tres cucharadas de azúcar “evolucionista” marca Darwin. ¡Cuidado que anda Marx por ahí! ¡Y los acreedores también!  ¡Silencio a lo Beckett, o a lo John Cage!
Por ese motivo Balzac estaba tan deteriorado, con mucho café y sardina en lata todo el tiempo así terminó. Aunque él terminó, su obra… no.
¡Oh, Flaubert! ¡Un corazón simple! El tipo la tenía muy clara con su microscopio social, tu descripción sobre su análisis es impecable.
Es interesante, narrar y describir. Crear obra o crear y vivir obra en realidad son opciones que entonces se te caen encima como una estantería de pesados destinos.
Naturalistas, simbolistas y poetas malditos. Siempre guiados por una clase de pulga que anda de acá para allá saltando en el tiempo y en el espacio marcando a capricho, por aquella época vanguardias. Ahora la palabra vanguardia realmente no sé bien para qué se puede usar. Y este interrogante sobre gente que cambia el mundo. ¿Podemos realmente, o eso de querer cambiar las cosas se cura envejeciendo?. Tomorrow never knows.

Estamos en la comedia humana, y sin Balzac para arbitrar.
Es cierto que cambiamos de siglos, pero si bien no tenían la hiperestimulación actual en el siglo XIX, las cabezas de los que pensaban se estimulaban igual, pero con otros medios. Los locos siempre están, lo que cambia es sólo el paisaje y el ropaje. La tecnología siempre estuvo, aunque sea en forma embrionaria, siempre fue tema de atención, desde la “alquimia primordial” a la pantalla de plasma y el playstation actual.
Por ejemplo en una época, allá por los 60 creo, se puso de moda un estilo que llamaron novela “psicológica”, un híbrido bastante raro contaminado por malas interpretaciones del psicoanálisis y autores pretensiosos, pero un poco pelmazos.
En realidad las posibilidades del escritor, (narrador, observador) son ilimitadas. Siempre lo fueron.¿Por qué? Porque no llegamos al punto culminante con Macedonio o Joyce, en caer en lo no legible o como se interprete. Pero lo sabemos, todo cuadro tiene marco. Toda obra, la vida misma, carga y cae con este condicionamiento. Aunque no creo que todavía estén pegándose golpes contra un cielorraso que indique el marco. Creo que Borges tuvo accidentes inconfesables y marcas de yeso... Marco.
Los narradores, fabulen o hagan crónicas, al crear sus propios mundos, son dioses terrestres, y yo creo en esos, en los que están en la tierra. Que supuestamente imitan en su acción a una “entidad superior”.
Es cierto que hay mucho reciclaje, pero Bukowski, tenía razón en cuanto al tema de los “genios”. Están en lo que expele la multitud, hasta Poe ya se planteaba el concepto del “genio de la multitud” allá por el siglo XIX. El ser autentico, ya que no nos engañemos, la originalidad no existe como dicen como Jarmusch o Godard. Y al decir esto repiten ideas de Sartre, y éste a su vez a Heidegger, etc. Repetir ideas, conceptos básicos y arquetipos = historia de la humanidad.
Entonces los narradores, siendo dioses ilimitados, aunque usemos “prótesis” como por ejemplo la tecnología, podemos llegar a ser realmente auténticos, y el secreto es juntarse a la hora señalada en el sitio acordado, y romper el silencio.
Insistir es fundamental. Es casi el 90 % de toda receta potable.
La prosa en el cuento, la novela y el drama tiene poderes infinitos. La literatura tiene el anillo del capitán Beto que la inmuniza de los peligros, pero no la protege de la tristeza. El tema es no terminar como Beto.
Todos somos un poco Prometeicos, robamos el fuego divino para los seres humanos, y como castigo somos atados a una roca y los buitres nos devoran el hígado. O somos las pesadillas de Mary Shelley perdiendo a su hijo, teniendo visiones y creando a Frankenstein.
La generación espontanea no existe, y para eso tuvieron que aislar un pedazo de carne roja en un espacio neutro, tapada con un recipiente de vidrio, para poder observar y entender a la vez que las larvas, y las moscas no eran una mutación de la materia. Podredumbre e insectos van por separado, y creo que ninguna de las dos especies de inercia mundana resulta agradable.
Pero sí, hay cosas que están cambiando, y diálogos que se están generando, próceres en pañales que andan dibujando ya cefalópodos teóricos en el mantel de la mesa de la cocina.
Son egoístas esos próceres o pro seres porque son como nenes chiquitos y quieren que el mundo gire a su alrededor, les cumpla todos sus caprichos y el tiempo no es un problema para ellos, porque todavía no tienen muy en cuenta que transcurre y que nace de ese espacio que ellos crean y se larga a caminar.
Dejemos ahora si no les molesta el planteo desde el punto de vista literario y asumamos otras actividades, ya que creo estar acá tratando con multidisciplinarios, y lamentablemente yo también soy multidisciplinario.
Tenía en cuna un planteo sobre algo que un tipo del cual ya no tengo referencias concretas, o sea nombre, etc, había dicho en una entrevista con respecto a lo que significa el ser actor, y se los quería exponer desde mi punto de vista.
Yo estudié composición, y si bien mis dos áreas de combate son la música y la literatura, más que todo me planteo las cosas como músico.
El señor desconocido, pero importante, recuerdo que la nota era sobre alguien importante, decía que los actores son como los músicos en el sentido que ejecutan un instrumento, pero termina resultando que su instrumento es su propio cuerpo.
Se ejecutan a si mismos, lo cual es todo un tema. Sigamos con el planteo de este sujeto, él da a entender que los actores no serían como una violoncelista o un pianista que están tocando en una extensión de su cuerpo. Aunque yo soy de la idea que esa extensión cuando tocás el instrumento se vuelve parte de tu cuerpo.
Aunque si bien habría una cosa en común entre los actores y los músicos. Eso sería el que están completamente comprometidos con su inconsciente interno, con sus interiores abismales, y con el inconsciente colectivo, que les dicen muchas cosas concretas y mezcladas al mismo tiempo y que ellos todavía no logran discernir.
How do you feel?. How do you feel?. Like a complete unknown?. Like a rolling stone?. Dylan.
Me gustaría saber que piensan sobre esto, desde el ser actores, o desde el ser directores de escena y dramaturgos.
Creo que yo di un bosquejo de opinión desde mi permanente planteo literario antes, y ahora aclarando que no se olviden que también soy músico.
¿Cómo es la sinfonía del nuevo mundo, y qué nos dice el Zeitgeist actual, así todo licuado y multidisciplinado como se nos presenta?.
Mientras tanto vuelvo a insistir de manera casi inquisitiva, deberíamos juntarnos a la hora señalada, en el sitio indicado e insistir. Y por sobre todo dejar sola a la soledad.

Cosas para discutir en el futuro.
Se debe discutir constructivamente, y tiene que haber discrepancias, sino todo resulta un monoblock del mismo gris. Stephen King resulta un buen psicólogo en el papel. No me simpatiza, aunque le reconozco ciertos méritos resultado tal vez de su escribir, escribir y algo tiene que salir. Es una buena estrategia, tal vez la única que hay, pero publicar todo lo que hace, no sé. Y a Warhol nunca lo entendí, no entiendo su hiperpop, prefiero a Roy Lichtenstein, me gusta como autor y creo entenderlo. Él creo que entendió más que era trabajar con desechos.
Somos importantes, para eso no es necesario ser Flaubert, Mallarmé, Lukács o Stallone. Nos tenemos a nosotros, seres únicos y auténticos. Y sobre todo con proyectos y fuerza, eso nos hace importantes. Aunque sería bueno tener la plata que tiene el último de los citados. Dicen que Stallone lee a Poe. Ja.


Algunas instrucciones de Jack Kerouck sobre el credo y técnica para la prosa moderna. La idea de "Genio" que él tenía sí la comparto más:

21. “Lucha por bosquejar el flujo que ya existe intacto en la mente.”

24. Nada de temor o vergüenza acerca de la dignidad de tu experiencia, lenguaje o conocimiento.

29. Eres un Genio todo el tiempo.


La primera mencionada al comienzo que no venga con toda esa cuestión de potenciales "palpitaciones intermitentes". Le tengo un gran aprecio.
Creo que con esto podemos concluir éste liviano planteo crítico.  




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