Ancestral. María Laura Pérez Gras



"Seven Sisters". Renata Mironova

A Elena

María Laura Pérez Gras

Nació. Era tan incomprensible como el origen del universo. Y, sin embargo, tenía mi boca y sus ojos miel.
No podía responder a todos los saludos, tantos buenos deseos. No podía ni atender los propios. ¿Había deseado yo realmente esa experiencia o era otro inevitable suceso en el devenir de mis días?
Llegaba ropa lavada a mano con jabón neutro. Sopa recién hecha. Un amohadón milagroso que evitaba el dolor de espalda. Pero nada evitaba mis lágrimas. Venían de la nada y a la nada iban, inexplicables, como la vida nueva.
El cordón visceral que habían cortado en el sanatorio seguía latiendo. Sangraba. El ardor en la boca del estómago me daba la sensación de que esa herida no se cerraría nunca.
Su supervivencia dependía de mí. Completamente. Y, de a ratos, la garganta se me estrechaba tanto que el aire de la habitación no me entraba en los pulmones.
Mi rutina de días atrás parecía de una vida anterior, que alguna conexión astrológica me permitía rememorar. Había reencarnado. En otro cuerpo. Uno que no reconocía frente al espejo. Hasta mi voz se hizo otra, grave. Como si el peso de los pechos y del vientre arrastrara todo lo demás. Los pies anchos, más grandes, para cargar el nuevo cuerpo propio y el nuevo cuerpo ajeno, como un apéndice.
Mis brazos se hicieron insospechadamente fuertes y hábiles. Podrían cagar a trompadas a un ejército de pedófilos. Me volví monstruosamente enorme, poderosa. Pero seguí llorando.

La tarde en que ella me encontró amamantando en la penumbra, me regaló sus manos callosas, su voz ronca y un insondable abrazo. Las palabras más dulces de savia vieja y sabia se derramaron sobre el ardor de la herida abierta y mis lágrimas se secaron. Entonces, de los pies me crecieron extremidades fibrosas, tan resistentes como sutiles. Así descubrí las raíces que escondían mis plantas, y que, desde esa tarde, irrigan el tronco y también las ramas que mecerán, eternamente, el fruto de mis entrañas. 



"Desire". Donna Downey



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