Hacia 1890: El Ragtime, Joachim E. Berendt

Joachim E. Berendt
El jazz surgió en Nueva Orleans. Esto es ya casi un lugar común, con todo lo que hay de cierto y de falso en los lugares comunes. Lo cierto es que Nueva Orleans ha sido la ciudad más importante en el surgimiento del jazz. Falso es que haya sido la única ciudad. El jazz, como música de un continente, de un siglo, de una civilización, estaba demasiado en el aire por entonces como para que hubiese sido producto patentado de una sola ciudad. Independientemente de Nueva Orleans, se produjeron estilos parecidos en Memphis y en Kansas City, en Dallas y en San Luis, y en otras muchas ciudades del sur y del medio oeste de los Estados Unidos. Y esto mismo es ya una característica de un estilo auténtico: que diferentes personas y en diferentes lugares lleguen a resultados artísticos iguales o parecidos, independientemente unas de otras.
  Se ha señalado al estilo de Nueva Orleans como el primero de la música de jazz. Pero antes de producirse el estilo de Nueva Orleans existía ya el ragtime. La capital del rag no fue Nueva Orleans, sino Sedalia, al sur del estado de Misuri. Llegó a tener importancia debido a que Scott Joplin se estableció allí. Joplin -nacido en 1868 en Texas- es el principal compositor y pianista de ragtime. Con esto se ha dicho ya lo decisivo sobre el rag. Es una música compuesta y pianística. Como es música compuesta, le falta el rasgo decisivo del jazz: la improvisación. Más, en vista de que contiene el elemento del swing -al menos en un sentido rudimentario-, es ya costumbre incluírlo dentro del jazz. Además, junto a la interpretación de rags compuestos, se comenzó pronto a utilizar melodías en ragtime como temas para improvisaciones jazzisticas.
  Lo que hoy se nos antoja la quintaesencia del ragtime -los piano-rags de Scott Joplin y de otros- es en realidad el punto culminante de una larga evolución en la que existió una plétora de formas de ragtime: las canciones de ragime para vocalistas, los banjo-rags texanos (que a decir de los musicólogos dieron origen mediante la adopción de figuras, al ragtime de piano), los ragtimes para bandas de instrumentos de viento y los rags para conjuntos de cuerdas. Asimismo existieron valses de ragtime, escritos por compositores que en muchos casos excedieron a Joplin en popularidad, pero cuyos nombres sólo son conocidos por los especialistas.
  El único recuerdo que se ha conservado en la posteridad es el ragtime clásico, el ragtime del piano. Y es justo que así sea, pues en el cristalizan no sólo los resultados de mayor valor artístico del ragtime, sino los de mayor influencia para el jazz (al tiempo que las canciones de ragtime fueron importantes para la tradición de la popular song).
  El ragtime clásico parece estar compuesto a la manera de la música de piano del siglo pasado, A veces parece como si tuviera la forma de trío del minueto clásico; otras veces consta de diversas unidades formales como, por ejemplo, los valses de Johann Strauss.
  Pero es importante ver - y esto caracteriza la complejidad de la génesis de la música afroamericana- que las formas del ragtime tienen asimismo orígenes africanos. Las formas en serie desempeñan en la música africana un papel aún más importante que en la europea. Mientras los músicos del ragtime negro se nutrieron "tomando prestado" de las unidades aditivas de forma de la música europea, ellos sólo se prestaron a sí mismos.
                                  
  También pianísticamente corresponde a la música de piano del siglo XIX. Contiene todo lo que era importante entonces: de Chopin, y ante todo Liszt, hasta la marcha y la polca, pero todo con la concepción rítmica y el estilo intensificado de los negros. La impresión que causaba el ragtime en aquel entonces le da su nombre: ragtime "ragged time"=tiempo despedazado. En él, contrariamente a la música europea, el ritmo dicta la melodía.
  Para florecer, el ragtime encontró un campo muy propicio en los campamentos de trabajadores que trazaban las grande vías ferrocarrileras a través de Norteamérica. Era tocado en todas partes, en Sedalia y Kansas City, en San Luis y Texas, patria chica de Joplin. Los compositores de ragtime reproducían sus rags en rollos de los pianos mecánicos, y estos rollos se distribuyeron por miles de ejemplares.
  Esto ocurrió mucho antes de la época del disco fonográfico, por lo que hasta hace poco no se sabía gran cosa sobre el asunto. Apenas en los años cincuenta se descubrió, más o menos casualmente, una serie de rollos en tiendas de antigüedades, y éstos se publicaron en discos.
  Aparte de Scott Joplin, hubo gran cantidad de pianistas de ragtime: Tom Turpin, dueño de un bar de San Luis (especialmente dotado de imaginación melódica); James Scott, organista de un teatro de Kansas City (el de mayor intensidad rítmica); Joseph Lamb, comerciante en tejidos (célebre por sus rags de apretado tejido de motivos); Louis Chauvin, May Aufderheide y sobre todo, Eubie Blake, que a sus 90 años - en 1973, en el gran Festival Newport-Nueva York- hizo un espectacular retorno, y todavía a fines de los años setenta tuvo su propio espectáculo en un teatro de Broadway. En los años setenta, Eubie Blake dio una nueva "conciencia del rag" a miles de jóvenes que desconocían lo que era el "ragtime". Murió en 1983, apenas unos días después de haber cumplido los cien años.
  También algunos blancos se encontraban entre los grandes pianistas de ragtime de principios del siglo, y es notable que ni siquiera los expertos fueran capaces de descubrir diferencias entre los pianistas blancos y negros. El ragetime está, según Orrin Keepnews, "on the cool side", es decir, en el lado "fresco" del jazz.
  Scott Joplin era un maestro lleno de ideas auténticamente melódicas. Fue de lo más prolífico, y sus más de seiscientos rags incluyen melodías como "Maple Leaf Rag" y "The Entertainer" (que se volvió inmediatamente popular en 1973, casi sesenta años después de la muerte de Joplin, gracias a la película "El golpe"). En Joplin como en general en el ragtime, había muchos elementos de la antigua tradición musical europea que se unían al sentido rítmico de los negros. Más que de cualquier otra forma de jazz, respecto al ragtime puede decirse: es "música blanca tocada a la negra". No sólo por la disposición formal de sus composiciones de rag podemos ver hasta qué punto Joplin se encontraba a sus anchas en la tradición musical europa, sino también por el hecho de que compuso una sinfonía y dos óperas...o por lo menos lo que él entendía por "sinfonía" y "ópera".
                                  
Uno de los primeros músicos que se separaron de la interpretación del ragtime regulada por lo que toca a la composición, y que procedieron con mayor libertad y más en el sentido del jazz con el material melódico, fue Jelly Roll Morton en Nueva Orleans. Es uno de los músicos importantes con los que comenzó la tradición de Nueva Orleans. "Yo inventé el jazz en 1902" es una afirmación suya, y en sus tarjetas de presentación se designaba a sí mismo como "creador del ragtime". Ambas declaraciones son hiperbólicas, pero Morton es importante como el primer pianista conocido de jazz que improvisó sobre temas, casi todos suyos, que eran rags o derivados de la música ragtime.
  El hecho decisivo del jazz, de que la personalidad del músico que lo toca es más importante que la del material entregado por el compositor, puede observarse por primera vez con toda claridad en Jelly Roll Morton.
  Jelly Roll llevó la tradición del ragtime al Chicago de los "alegres años veinte" y hasta California. Otros pianistas -James P. Johnson, Willie The Lion Smith y el Fats Waller de la primera época -mantuvieron vivo el ragtime, o al menos su tradición, en el Nueva York de los años veinte. Apenas si había entonces un pianista de jazz -sin considerar a los músicos de boogie-woogie- que no haya provenido de alguna manera del ragtime.